Valoramos nuestro proceso creativo y es parte de la esencia de Singolare. Ponemos especial énfasis en cada detalle del proceso, para que las colecciones y cada pieza que diseñemos termine siendo atesorada en tu closet.
La práctica hace al maestro, y nosotros como marca nos hemos ido perfeccionando en el oficio de la costura, confección y diseño desde hace 30 años. La “fábrica” en Barrio Italia ha sido la casa donde nacen y terminan nuestras creaciones. Al igual que nuestro equipo es “la familia” que permite que las ideas se hagan realidad.
La inspiración de cada colección viene directamente de nuestra Directora Creativa Marcela Rojas. No solo es su entorno y contexto local que la inspira a diario, sino que su conocimiento y experiencia en tendencias internacionales, que han ido guiando y formando el estilo sofisticado, fresco y juguetón de la marca.
“Trabajar mano a mano con la familia, nuestro equipo, es parte primordial para poder desarrollar y aterrizar los diseños”. (Marcela)
El trabajo en conjunto con nuestras queridas diseñadoras es el comienzo del camino. Desde nuestra búsqueda de inspiración desarrollamos no solo los bosquejos de los nuevos diseños sino que también dibujamos los próximos prints que serán parte memorable de nuestras colecciones.
Del papel a la realidad, continuamos nuestro proceso desarrollando nuestros propios patterns. Hacemos constantes correcciones y pruebas de calce, pensando en todas nuestras mujeres Singolare, y su agenda inagotable con infinitas ocasiones diferentes. Por eso, nos preocupamos no solo del estilo, sino que también de la atemporalidad y versatilidad de nuestros diseños.
Los patterns cobran vida en el taller de La Fábrica. Sabemos lo importante que es tener una buena confección por lo mismo desarrollamos varias muestras hasta que el diseño cumple con nuestras expectativas. “Reconocer cómo se ve una buena costura y desarrollar un “buen ojo” por el detalle se gana con el tiempo y experiencia.” Por lo mismo valoramos mucho a nuestras trabajadoras y trabajadores que permiten que los sueños se hagan realidad. Dignificamos el oficio y queremos mantenerlo y seguir aportando a su desarrollo.
La fábrica es la casa de inspiración. Nunca desechamos nuestras telas y siempre las tenemos disponibles para futuras creaciones. Creemos que nada es desechable y siempre podremos encontrarle una segunda vida a nuestras materias primas y retazos. Esto nos permite tener un contacto directo con el material y una ámplia gama de opciones al minuto de diseñar, teniendo un proceso que es inspirador y liberador al mismo tiempo.
Esta primera etapa de nuestro proceso de diseño se desarrolla por completo en nuestra fábrica. Valoramos de gran manera esta instancia de creación que nos permite desarrollar diseños que son hechos con cuidado y preocupación, para que pasen a ser piezas preciadas y características de tu estilo.
La segunda etapa de desarrollo, “la producción de la colección”, es igual de importante. Nacimos en Chile y por lo mismo valoramos nuestra producción mayoritariamente local. La trayectoria de Singolare ha ido de la mano con el desarrollo del oficio de costura y manufactura local. Hemos ido creciendo y evolucionando en conjunto con los talleres y sus posibilidades.
Poder producir localmente nos permite tener un mayor control por el detalle y un mejor tiempo de reacción. Queremos diseñar lo que las mujeres contemporáneas quieren hoy en día, no ayer, ni en un futuro, y esto lo podemos hacer gracias a esto.
Queremos seguir desarrollando y manteniendo el oficio, por lo mismo tener altos estándares de manufactura y confección pone en constante reinvención y desarrollo a los talleres con los que trabajamos. Su crecimiento no solo nos beneficia a nosotros sino que mejora la industria local.
Creemos que tenemos que entregar de vuelta a nuestra comunidad y crecer de la mano con ella. Hablar de la casa y la familia no es solo un cliché para Singolare, es parte de nuestra ética de trabajo y está presente en cada una de las decisiones que tomamos.
